En el marco del tradicional ciclo de desayunos para socios de la Fundación Libertad y Progreso, el economista Aldo Abram señaló que la prioridad número uno del Gobierno debe ser defender el peso. “La gran pregunta que nos hacemos todos es ¿cómo recuperar la confianza?. La confianza no se recupera sin estabilidad monetaria. Si la gente no confía en la moneda, no consume tanto, no pone sus ahorros en el banco, no invierte. La gente confía cuando hay estabilidad en la moneda. No es condición suficiente pero sí necesaria”, explicó Abram, que junto a Agustín Etchebarne y Manuel Solanet encabezaron la charla bajo el título “Esto también pasará”.
“Otro punto clave de este nuevo escenario es el valor de la tasa de interés. La tasa es alta porque hay una fuga de capitales fenomenal. Pero no se puede bajar emitiendo como se hizo antes, porque podemos tener una corrida cambiaria, luego otra bancaria y ahí Dios nos ayude. Ojalá el Gobierno no escuche a los que sugieren que hay que dedicarse a bajar la tasa, porque eso como se hizo en el pasado, fue financiar la fuga de capitales. Es absurdo”, destacó Abram.
Para el economista, si bien el Gobierno consiguió un puente vía FMI hasta el primer trimestre, hay otros que no tienen la misma opción. “Yo si fuera gobernador o intendente estaría convenciendo al Gobierno de bajar el déficit y hacer los deberes, porque sino se recupera el crédito no van a poner financiar las obras”, dijo Abram.
Según Abram, si bien el clima le jugó una mala pasada al Gobierno con la seca, la situación se agravó con la fuga de capitales. “Entonces el crédito se achicó más, tenés una economía desfinanciada, la gente no tiene confianza y va a haber propensión a consumir menos. Más allá que todos esperamos buenas cosechas a fin de año y el próximo, eso no alcanza para compensar la falta de confianza en la economía en un mundo donde el financiamiento no es tan fácil como antes”, destacó Abram. “El Gobierno tiene que hacer cosas contundentes ahora para ganar la confianza de la gente, y poder llegar bien a las elecciones. El año que viene va a ser más difícil si no se toman medidas”, finalizó el director ejecutivo de Libertad y Progreso.
Un mundo menos amigable
A su turno, Agustín Etchebarne describió un escenario que incluye una economía recalentada en USA, con puntos en común con los crash del 30 y del 2000, y con menos posibilidades de financiamiento para el país.
“Fíjense el dilema que tiene la Fed. Aumenta la tasa pero aumenta la inflación, la tasa de interés real sigue negativa, con una economía recalentada. El dilema es la tasa real negativa. Esta haciendo estimulo monetario y fiscal, por lo cual desde la ortodoxia se dice que está generando una burbuja. Para tratar de evitarlo, están retirando bonos del mercado, lo que pone más presión al mercado de financiamiento internacional. La tasa a 10 años también esta subiendo. El S&P tuvo su corrección pero pero volvió a los maximos. Posiblemente sea el S&P y no el mercado inmobiliario hoy el origen de la burbuja”, explicó Etchebarne.
“El problema hoy es el precio de la Bolsa. Este podría ser el tercer momento en que el mercado bursátil anticipa la ocurrencia de una crisis. Ya pasó en el 30 y en el 2000. Si vemos el resto del mundo, vemos que Japón está un poco mejor, el Reino Unido bajó sus expectativas, la Eurozona esta ok con un crecimiento acorde con el nivel de gasto y China está creciendo a 6 y pico”, dijo Etchebarne.
A futuro, dentro del panorama internacional, el economista vislumbra tasas de corto y largo subiendo; la probabilidad de una corrección de las tasas de la Fed por la sobrevaluación de los mercados y los 112 meses de expansión de la economía norteamericana; y la voluntad del mundo de ayudar a que Argentina se recupere si hace bien los deberes, como ya se vio con el apoyo del FMI. “Ante cualquier convulsión del mundo el impacto en Argentina va a ser grande, como ya dijimos en marzo. Argentina es una de las economías más débiles del planeta, por eso lo que pasa afuera le pega más”, señaló.
“Por otro lado veo un mundo mucho más interesante para los próximos 10 años de la mano del avance de la tecnología y la robótica”, finalizó.
La madre del borrego, el déficit
Finalmente, Manuel Solanet explicó que los esfuerzos del Gobierno en reducir el déficit primario, que son reales, son licuados por el crecimiento de los intereses de la deuda. “El Gobierno ha bajado el déficit primario. ¿Es suficiente?. No. La deuda crece porque tenemos déficit que cubrimos con deuda y crece el interés que tenemos que pagar por esa deuda, lo que neutraliza los esfuerzos que hacemos para eliminar déficit. Hoy la deuda pública sigue aumentando”, dijo Solanet.
“Entre el déficit primario y los intereses, el déficit financiero, el de las provincias, tenemos un déficit de 7 puntos del producto. Argentina no puede vivir con ese nivel porque se chupa todo el crédito interno, que es poco, y requiere de crédito externo para financiarse, que es deuda que crece. En algun momento un país como la Argentina tiene el inconveniente de que no le prestan más. Y eso es lo que nos pasó apenas apareció un problema externo como el aumento de la tasa de EEUU”, añadió Solanet.
“A los que dicen que no se puede bajar el gasto podemos mostrar como subimos del 25% al 44% de 2003 a la fecha. Claro que hay cosas que no se pueden tocar, pero hay cosas que sí. Por ejemplo en burocracia, las provincias y municipios han crecido mucho más en empleo público que la Nación, ahí se puede pedir una reducción”, dijo el director de Políticas Públicas de Libertad y Progreso. “Mucha gente propone como solución subir impuestos o bajar la evasión. Pero ya tenemos un nivel de impuestos muy alto, muy por encima de los niveles de la región, al nivel de los países más desarrollados, pero con servicios malos”, señaló Solanet.
“Estamos ante un círculo vicioso: inversión escasa, alta presión impositiva, inflación, alto riesgo país, alto costo y riesgo laboral, Estado gigante. Hay que hacer una reforma integral, pasando de este círculo a uno virtuoso de confianza, alta inversión, creación de empresas, generación de empleo privado, equilibrio fiscal, moneda sana, reducción del riesgo país y el nivel de impuestos, hacer la reforma laboral. Todo esto es clave”, dijo Solanet.
Seguidamente, el economista mostró como Libertad y Progreso propone una reducción de 6 puntos del déficit, en los siguientes rubros y proporciones:
– Racionalización administrativa del Gobierno Nacional: 1,1%
– Racionalización administrativa provincias: 1,9%
– Depuración de planes sociales: 1,0%
– Reducción de subsidios a energía y transporte: 1,1%
– Supresión de obras públicas no prioritarias: 0,9%
Total del Ahorro: 6,0% del PBI
“Con esta reducción de gasto se eliminaría el déficit financiero y por lo tanto dejaría de ser necesario colocar nueva deuda neta. Sólo sería necesario tomar deuda para pagar las amortizaciones de capital. En términos de porcentaje del PBI la reducción propuesta es menos de la mitad del incremento del gasto público en el período 2003-2015. Los ahorros de provincias, que quedaron favorecidas por el Acuerdo Fiscal de 2017, deberán ser transferidos a la Nación para complementar su flujo de repago. Estas cifras no incluyen la venta de edificios y otros activos que quedaran vacantes con la racionalización administrativa. Sería un ingreso por una única vez”, señaló Solanet.