En una Asociación de hecho, más de 150 gimnasios y lugares de actividades física de toda la provincia, se unieron en la búsqueda de paliativos para salvar a un  promedio de 1000 familias que trabajan directa e indirectamente en el sector   y se encuentran afectadas gravemente.  

El pedido se debe al cierre de los espacios ante el cumplimiento de la medida del aislamiento social, preventivo y obligatorio. “Si bien en ocasiones pudimos sobrellevar la situación con actividades mediante la virtualidad de las plataformas digitales, no es suficiente para sostener los gastos que la vida diaria requiere , ni muchos menos un negocio, que implica solventar pagos de servicios, mantenimiento de aparatos e incluso personal a cargo”, manifestaron.

La necesidad de tener una posibilidad para retomar las actividades habituales es imperiosa. Tanto dueños como encargados, que en total suman unas 90 personas, sostienen que pueden realizar la actividad como otros rubros con las medidas de precaución y seguridad que la realidad amerita. Teniendo en cuenta que lugares en la ciudad de Frías y Loreto tuvieron que cerrar de manera definitiva, por no poder hacer frente a la crisis, y en muchos otros casos se encuentran vendiendo equipamiento para abonar deudas, el pedido se vuelvo una urgencia. 

Como la metodología de trabajo es esencialmente  el “día a día”, tanto profesores como preparados físicos trabajan por hora y en diversos lugares, al no poder percibir ese ingreso cada jornada que pasa, se torna casi una agonía.  SI bien el regreso no sería en si una salvación, la idea es pensar a futuro. Para  la Asociación, un mínimo paso es cosecha. 

Asimismo, a sabiendas que no son los únicos en emergencia, sostienen  la que la necesidad está basada en la posibilidad de realizar actividad física. La población que se vio afectada en no poder hacer gimnasia o ejercicios, es mucha.. Entre 50 a 100 personas por día  transcurren en general en los espacios dedicados a la salud del cuerpo,  multiplicado por los  150 (alrededor de esa cifra hasta el momento son los que acompañan la asociación), genera un volumen de gente que hoy por hoy no está en movimiento. Se incluye aquellas personas que por prescripción médica asistían, y actualmente no pueden hacerlo. 

Tal como se definen son “un grupo de personas que buscan salvar su vida, su familia y negocio”. Más que una movilización de protesta o queja,  es una pedido de ayuda por la preocupación ante la falta de la fuente de trabajo. 

Cabe resaltar que la medida tomada es producto de la solidaridad de apoyar a todo el sector y en consonancia a la acción que se realizó el 1 de junio en todo el mundo, donde también el sector está en emergencia. 

La misma consta que cada gimnasio, estudio, entrenador, proveedor, cámara, asociación, entre otras profesiones o cargos dentro del ambiente; debe publicar  en las redes sociales el mismo mensaje para visibilizar su situación. Con los hashtag #gymsaresafe #exerciseismedicine #elejercicioessalud #losgimnasiossonseguros, la industria fitness toma posesión virtual. 

La idea, impulsada por el consultor australiano Justin Tamsett, es inundar las plataformas pero no con información de tinte político ni combativo; el objetivo es transmitir a toda la comunidad dos mensajes claves: el ejercicio es salud y los gimnasios son seguros.

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